Nunca he pedido demasiado a la vida, pensé que con vivir tenía más que suficiente. La vida, en estas sociedades de desarrollo, está infravalorada al ahogarla en rutinas y estrés, olvidándonos de que lo importante de respirar, es crecer y amar.
No sé si soy mujer de empresa, lo que sé es que soy mujer de corazón.
Un poeta de Palma, selló en mi unas palabras que no se me olvidarán nunca, a pesar de mi torpeza para poder reproducirlas de manera exacta, pero, dijo algo así como que un poeta necesariamente es buena persona.
Yo, que no sé si soy poeta o no, que no sé si canto o bailo, si escribo o leo, si digo o hago, sé que mi realidad solo es posible si devuelvo a la vida todo aquello que ella me ofrece, y puedo decir que con esta norma por bandera, llegas a descubrir que la bondad se contagia como una cadena invisible de energía.
Estamos contaminados por el engaño y las decepciones, cuando la única "contaminación" que deberíamos asumir como certera, es creer en la posibilidad de que podemos cambiar el mundo. Porque el mundo y la vida somos nosotros.
Personalmente, tengo un lema: bolsillos ligeros y corazón lleno.
Por eso, con 18 años comencé con voluntariado en Médicos del mundo, con 20 empecé a colaborar con la fundación de fibrosis quística, y ahora, asumo esta aventura como un reto personal en el que quiero que cada una de las personas que lleguen a mi, si en algún momento les he hecho algún bien, con mi palabra, con mi verso, con mi abrazo, con mi estar, sepan que todos tenemos la posibilidad de regalar y expandir sueños.
Dedicar unos minutos a entrar a la página del "Club de Lectura Ágora", y hacerse socio (no se pide dinero alguno, no tiene coste alguno) significa hacer fuerza; contar con la posibilidad de que si en algún momento tenemos que hacer un regalo a alguien (ahora que se acercan Navidades) podemos acceder a comprar un libro desde esa página, y ser conscientes que con esa compra podremos contribuir, de alguna manera, al cambio social que todos deseamos.
http://www.clubagora.es/
Conscientes de las dificultades en que se encuentra una buena parte de los habitantes del planeta, hostigados por pobreza, hambre, guerras, desastres naturales, y condenanados a una vida de miseria, Editorial Quadrivium, a través de del Club Ágora pone en marcha un programa de responsabilidad social destinando un porcentaje del beneficio de las compras de los socios del club a financiar proyectos humanitarios en las zonas que más urge la ayuda, tanto nacionales como internacionales.
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